La danzaterapia surgió en
los años 40’s en Estados Unidos y es reconocida por ser un método
psicoterapéutico. La asociación Americana de Danza Terapia (ADTA) la define como “El uso psicoterapéutico del movimiento para promover la
integración emocional, cognitiva, física y social de un individuo” (ADTA, 2013)
Cabe destacar que la
danzaterapia consiste en unir cuerpo,
mente y alma a través de los movimientos generados durante la clase. Además es
una excelente forma para liberar el estrés la ansiedad y las tensiones.
Es un momento en el que se
logra una conexión muy fuerte entre cuerpo y mente, por lo tanto relaja a la
persona o personas que están ejecutando el ejercicio. La danza también es una
gran herramienta para disminuir conflictos emocionales o psicológicos que
puedan llegar a tener las personas.
Esta práctica, no se
limita a un tipo de enseñanza o movimientos, ya que invita a las personas que
la ejecutan, a exponer sus propios movimientos y liberarse. A través de ella las emociones salen y se reflejan en el cuerpo, de esta manera se genera un
lenguaje conformado por diversos movimientos.
Puede ser grupal o individual y actualmente está
teniendo un gran auge en el país, ya que comienza a ganar terreno en la parte
de la psicoterapia.
Para practicar la
danzaterapia no hay un mínimo o límite de edad, pueden participar desde pequeños, grandes y
personas con discapacidad. Para los
niños es una gran herramienta, la cual permite tener una comunicación interior con ellos
mismos, haciendo que poco a poco dejen de lado la timidez o el aislamiento.
Para las personas con discapacidad, es una
gran forma de conectarse con todos sus sentidos, ya que a través del movimiento
es posible descubrir una nueva forma de comunicarse con uno mismo y con los
demás. Es ideal también para personas con discapacidad visual, ya que podrán establecer vínculos con su cuerpo, y
despertar su expresividad a través de la libertad de movimiento.
Hay que destacar, la
danzaterapia no está peleada con aquellas personas con discapacidad motriz, ya
que todos los cuerpos tienen un lenguaje de movimiento diferente, y esto
propicia que las personas se descubran así mismas internamente.
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